viernes, 14 de abril de 2017

LLORA EL FOLKLOR

  


¡LLORA EL FOLKLOR!
(Homenaje al Gran Martin Elías)


Valledupar está de luto
Porque ha muerto un cantor
El día se ha tornado gris
Esta llorando el folklor
Llora la caja, 
Llora la guacharaca,
Y gime un acordeón…








 

¡TREINTA MONEDAS!

  


¡TREINTA MONEDAS!


Se abrió el cielo con gran estruendo
Todo era relámpagos y truenos
Murió el hijo del hombre
Y por eso lloraba con desconsuelo

Crucificaron al inocente en medio de dos forajidos
Uno de él se burló con gran vehemencia
Mientras el otro le pidió clemencia arrepentido

Al pie de la cruz una madre lloraba
La muerte de su hijo querido
El traidor desesperado se quito la vida
Los discípulos sollozaron compungidos

Resucitó entre los muertos
Para sorpresa de sus amigos
Hubo confusión de lenguas
Y tomaron por distintos caminos

¡A predicar la palabra han ido!

Hoy recordamos con tristeza
Que por treinta monedas de plata
Jesús fue vendido










 

martes, 4 de abril de 2017

¡LA PUERTA VIEJA!

  


LA PUERTA VIEJA
(Breve)
Dedicado a mi madre 
en sus 16 años de ausencia


Detrás de una puerta vieja
Cuidadas con gran esmero
Se encuentran muchas flores
Y plantas de romero
Es el jardín de mi madre
Y lo riega desde el cielo






 

¡GUERRERA! (Relato de la vida real)

  

¡GUERRERA!
(Relato Real)

Hace unos años mi vida dio un giro  de 180º  inverso a las manecillas del reloj.
Fue un golpe tan duro que pensé era el final y hasta llegué a perder la fe.
Fui señalada, humillada, pisoteada  y rechazada por familiares y algunos amigos.
Me cerraron las puertas y taparon las ollas, mi pobre madre se refugió en el Alzheimer  y digo refugió porque esa evasión de la realidad fue de un día para otro…

Era tan triste mi situación que me vi obligada a internarla en una institución benéfica donde a los poco días falleció.  Quedé sola con mis tres hijos dos pequeños y una adolescente que dicho sea de paso estaba embarazada, también la interné en una institución para adolescentes  embarazadas con la ayuda del  ICBF.

Solo una amiga me tendió su mano, para los demás yo era caca. En ese laxo de tiempo nace mi nieta, recuerdo que dormíamos en el piso frio sobre una sábana, porque mis enseres quedaron guardados en varios lugares y al final la mayor parte se perdió.  Un día visitando a una prima lejana de mi madre,  esta me propuso  que me fuera a vivir en una pieza que un hermano de ella tenía abandonada en un barrio de invasión… ¡Me fui!

La pieza era pequeña, de barro y techo de zinc, no tenia baño, ni luz, pero no me importó ahí me refugié con mis dos hijos  y mi nieta, mi hija trabajaba fuera de la ciudad.   La primera noche fue terrible, sin luz y con una bebe de seis meses pueden ustedes imaginarse.  Al día siguiente una vecina me brindo su baño y un lavadero y con el pasar de los días hicimos una bonita amistad que aún se conserva.

Debo señalar que por mi trato y humildad me gane el cariño de la gente, pues nunca les demostré  que era una “Pupis” venida a menos, al contrario fueron ellos los que me descubrieron  y  brindaron su apoyo.

Nunca les demostré a mis hijos mi tristeza y siempre les inculqué la conformidad por carecer de las cosas que antes nos sobraban, pero lloraba todas las noches, pues extrañaba las comodidades a las que estaba acostumbrada, de cocinar en una estufa de gas natural y luego en un hornillo… ¡Era tenaz!

Además casi no sabía lavar y las manos estaban llenas de ampollas, pero no me daba por vencida.

Un día fui a visitar a una tía y Dios mío…
Me hicieron entrar por el portón y recibieron mi visita en la cocina, recuerdo que por el plato de comida que me brindaron, tuve que lavar  los platos de los demás, ese día reaccione y me dije “No soy mala, no le hecho mal a nadie y valgo mucho”, recordé también que cuando yo tenía dinero las visitas eran en los cuartos y me abrían de par en par la puerta principal, ahora a todo estaba con llave  por temor quizá a lo apremiante de mi situación les fuera a robar…

Ese día recogí mi orgullo y dignidad del suelo e hice de ellos mi fortaleza para seguir adelante con mis hijos. Y lo conseguí con la bendición de Dios, no les voy a negar que hubieron  momentos en que estuve a punto de doblegarme, pero me refugiaba en el recuerdo de las humillaciones recibidas y mi orgullo hacía gala con su ilustre presencia,  Y Salí adelante, volé sobre pantanos pero nunca me pringué el plumaje,

Ya no vivo en ese hermoso barrio “marginal” que a muchos llenó de vergüenza, pero que me enseño tantas cosas hermosas y las amistades se conservan intactas a pesar de que no los visito mucho, no por desagradecida, sino porque la mayoría al igual que yo, se han marchado, unos a otros lugares y otros al cielo, pero con los pocos que aún quedan sigo en contacto. 

A pesar de haber llegado a ese lugar en precarias condiciones y el haberme ellos tendido la mano, nunca dejé de ser para la mayoría  La Señora

Hoy estoy ante ustedes contándoles mi historia a grandes rasgos, mis hijos son profesionales, mi nieta cursa su bachillerato y yo…bueno  sigo haciendo de mi orgullo y dignidad fortaleza y en mis ratos de soledad  escribo prosa y poesía.
Y como dice la canción “No guardo rencores a nadie y amigos tengo  por doquier”