jueves, 17 de noviembre de 2016

¡ENVIDIA!

  


¡ENVIDIA!

Todo el tiempo buscando la manera de imitarme,
Tratando en vano de ser como yo
Pisar donde yo pisaba
Mirar hacia donde yo miraba
Firmar como yo firmaba
Reinar donde yo reinaba
Y mírate…
Hoy no eres más que una copia
Barata de lo que yo soy
¡Te equivocaste¡


¡Soy única!





 

¡EL LLANTO DEL POETA!

  


EL LLANTO DEL POETA

Y el poeta lloraba…
De sus dolidas lágrimas
Amargas letras brotaban
Y en palabras se convertían
Hilvanando místicos versos
Cubiertos de melancolía.

Y el poeta sollozaba
Cada  sollozo un verso
Verso a verso una poesía
Era lo que se gestaba
Cuando el poeta gemía...





 

sábado, 5 de noviembre de 2016

¡GOLONDRINA!

  


¡GOLONDRINA!

Pasó parte de su vida
Esperando una palabra,
Una mirada, una caricia suya
Y cuando al fin llegó
¡Fue tarde!
Porque ella había partido,
 Así como parten las golondrinas
Cuando se acerca el invierno
Partió escapando del frío

¡Y del olvido!





 

¡MONTAÑA, SOL Y RIO!

  


¡MONTAÑA, SOL Y RIO!

La montaña a carcajadas reía
El sol la observaba sorprendido
Los pájaros volaban asustados
El rio corría embravecido…

Pero ella seguía riendo
Nada la podía parar
El sol calentó sus rayos
¡Quería hacerla callar!
Pero secó las aguas del rio


¡Que soñaban con llegar al mar!





 

¡LA AVISPA Y YO!

  


¡LA AVISPA Y YO!
(Anécdota real)

Hace unos días me acerque al lavadero de mi casa y descubrí en la alberca  una avispa que había caído en ella y luchaba por salir del agua; condolida  metí la mano para salvarla y con mucho cuidado la rescate posándola en  el  dedo índice.

La observe por unos minutos teniéndola aun en el dedo, contemplando como movía sus débiles alitas y recobraba fuerzas, ¡De pronto! un dolor lacerante me atravesó el dedo, la mano ¡Todo! y el insecto alzo su vuelo, dejando en mi adolorido dedo un pequeño Aguijón…

Lo primero que se me vino a la mente fue ¡Desagradecida así me pagas el haberte salvado!

Y pensé:
“Así hay personas después que se les tiende la mano pagan con el aguijón de la traición.”

Con sumo cuidado lo retire dejando en mi dedo un punto de sangre y observándolo detenidamente me dije ¡NO! Es un animalito inocente que carece de la maldad e interés del ser humano, quizá esa fue su forma irracional de darme las gracias.

¿Ustedes que opinan?


¡Todavía me duele el dedo eh!