jueves, 28 de junio de 2012

¡HOY QUIERO AGRADECER A..!







¡HOY QUIERO AGRADECER!

Desde que tengo memoria estoy escuchando de boca de algunas madres esta expresión 
“YO CRIÉ A MIS HIJOS SOLA Y SIN LA AYUDA DE NADIE” ¿?, cuando estaba pequeña no lo comprendía, en la adolescencia me intrigaba ahora mayor que he recorrido tantos caminos y he tenido la suerte de “CRIAR A MIS HIJOS SOLA Y SIN LA AYUDA DE NADIE” considero que esta expresión es injusta y puedo anotar también que es egoísta o se esta interpretando mal el término.

Si analizamos bien nos daremos cuenta que es imposible que una madre “CRIÉ A SUS HIJOS SOLA Y SIN LA AYUDA DE NADIE” ¿Por qué? 

Porque, creo que el hecho de que se críe a los hijos sin el apoyo de la pareja, no quiere decir que los esta criando sola, ya que esta es una cadena donde se eslabonan muchos apoyos.

 ¿Dónde queda el apoyo de la abuela? ¿Dónde queda el apoyo de ciertos vecinos que te ayudaron cuando lo necesitaste? ¿Dónde queda el apoyo de las personas que te dieron trabajo para poder sostener a tus hijos y sacarlos adelante? Son varios los interrogantes… 

 En mi caso no me puedo dar el lujo de decir que “CRIE A MIS HIJOS SOLA Y SIN LA AYUDA DE NADIE” los crié sola sin el apoyo de mi pareja porque enviude muy joven, pero conté con el apoyo de muchísimas personas que me ayudaron en los momentos mas difíciles y que estuvieron a mi lado en todo momento, como fue el caso de mi madre, quien me los cuidaba mientras yo iba a trabajar, conté con el apoyo de empresas que me dieron la oportunidad de trabajar en ellas para poder solventar los gastos de la casa, conté con el apoyo del tendero que me fiaba los alimentos cuando no tenía para comprarlos, conté con el apoyo del médico que cuando no tenia para comprar la medicina me regalaba “Muestras Médicas” que resultaban mas efectivas que la medicina genérica.

Tambien  conté con el apoyo de la maestra que cuando no podía cancelar la pensión se esperaba hasta que me cancelaban la quincena, con el apoyo del vendedor de mercancía, quien me proveía de la ropa y el calzado los cuales cancelaba en abonos, conté con el apoyo del Fondo de Empleados de la empresa donde trabajaba que me daba la oportunidad de adquirir los libros y electrodomésticos y me los descontaban del ahorro, conté con el apoyo del taxista quien me transportaba a mi lugar de trabajo para llegar siempre a tiempo, conté con el apoyo de caseras que se esperan hasta dos meses de arriendo atrasado pero que nunca me lanzaron a la calle, conté con amigas incondicionales que resultaron mas ciertas que las horas inciertas, por todo lo anterior declaro:

“YO CRIE A MIS HIJOS SIN EL APOYO DE MI PAREJA PERO CON LA AYUDA DE DIOS Y EL APOYO DE TODOS, EMPEZANDO POR MI MADRE” 

Es por eso que hoy quiero agradecerle al: “Tendero, a la maestra, al medico, al comerciante, a mis superiores, a la casera, al taxista, a la vecina que corrigió a mis hijos cuando los encontraba haciendo travesuras, a la amiga incondicional que siempre estuvo y esta ahí, a Dios y a mi madre (QEPD) el apoyo que me brindaron todos estos años ayudándome a sacar a mis hijos adelante y convertirlos en lo que ahora son…
¡PERSONAS DE BIEN! 

Y como la vida es un ratito y nunca se sabe... 
Quiero aprovechar también la oportunidad de agradecerle aquellos familiares que me aconsejaron cuando la vida se me volvió un “Ocho” el abandonar a mis hijos en un bus intermunicipal para que se los llevaran lejos y me dejaran en paz, al primo que se los entregó a la Policía de Menores el día que fueron a buscar el almuerzo al restaurante donde yo trabajaba, quiero agradecer también a ciertos familiares las veces que los visite cuando se me acabo la plata y me recibieron por el portón y me hicieron la visita en la cocina, porque de pronto con la necesidad que tenia me podía robar algo

¡Gracias! 

Quiero agradecer también las veces que llegue de improviso y me taparon la olla, las veces que me trataron de loca, pantera, engreída, sin tomarse el trabajo de averiguar que era de mi vida, como estaba sobreviviendo y como soy realmente. 

Si se hubiesen tomado ese trabajo se hubieran dado cuenta que no soy la persona que ellos idealizaron y que por el contrario el dolor me volvió noble y comprensiva, que son mas los que me quieren que los que me odian. 

Por todo eso les doy las gracias, porque esas humillaciones y vergüenzas hicieron de mi orgullo fortaleza para seguir adelante y aquí estoy sin odios y sin rencores orgullosa de mis tres hijos y mis dos nietos. 

A ti que estas leyendo estas líneas y eres madre cabeza de hogar, no vuelvas a decir nunca

“YO CRIÉ A MIS HIJOS SOLA Y SIN LA AYUDA DE NADIE” 

Que no es cierto, dale las gracias a Dios por poner a tu paso personas que te apoyan y te ayudan a seguir adelante con tus hijos. 

Yo le doy gracias todos los días…







¡EL CABALLERO DE LA NOCHE!


 EL CABALLERO DE LA NOCHE

A veces mi mirada es parte del paisaje; el marrón del iris de mis ojos es un grano más de tierra, que se extiende ante mí abrazando mi vista. 

Los rizos de las aguas encuentran su sonrisa en la mía, titilante, ladeada, siempre colgada en los labios. 

Cuando estoy en un lugar relajante, el color claro de mi pupila se enciende, se agita arrojando su cobre sobre el agua y la sonrisa se me afirma en amargura.
 
Es cuando el lado sombrío de mi corazón, donde guardo ciertos recuerdos, se desliza hacia la luz y revela las penas pasadas.
 
Pero de momento, con el sol aún en la frente, la eterna charla del agua al correr, me columpia el ánimo y el pensamiento, hecho fragancia de azahares, me hace sentir mejor.
 
En cambio, cuando estas noches pasadas, estaba en mi habitación, encendía el ordenador, miraba tus fotos y pensaba en ti como hombre, mi deseo se enardecía soñando con realidades, que no dejan de ser fantasías de cuerpos en fiebre, de pieles de oro, de brazos abiertos que tiemblan al llamarme;  a los que yo acudo presta, emocionada y tierna... 

Todo esto cabalgaba al filo de mi mente, mientras tu imagen alimenta mi soledad al tiempo que yo la contemplaba entreteniéndome en descifrar el sabor de tu mirada. 

La brisa de la mañana se viste de sal, de alquitrán y habla chismosa 
por el pico de los pájaros madrugadores, acompañándolo en mis primeras horas, cuando los asuntos profesionales, requieren mi atención. 

Los primeros rayos de sol, hinchados de calor, se apoyan sobre la ventana;  pronto saldrá el total del sol del horizonte y con él nacerá el día. 

Las sombras se alargan y la brisa se revuelve con el viento. 

 De nuevo tus letras ante mis ojos y esta cincuentona que te lee y escribe no ignora que hace muchos años, aunque menos de los que pueda  enfriar el olvido, fue sin duda joven y ahora, en este instante, echa de menos el no haberte conocido en aquellos tiempos… 

Hoy, ya madura, afable pescadora de anécdotas, amiga de todos para la charla junto a un buen vino, aunque franca cuando la amistad es de oro, hoy humana, pacífica; sin embargo ayer, antigua pirata. 

Apoyo la barbilla sobre mi pecho y me libero del antiguo dolor, pensando en ti. La noche me envuelve de nuevo, pero en el último confín un resquicio de sol se niega a desaparecer. 

 Una figura aparece por el sendero, el caballero se me acerca; no tiene dieciocho años, pero sí es real y para mí el más hermoso de los seres. 

Sus ojos relucen a través de la pantalla de mi ordenador, son del color que tiene la esperanza, la ternura, los proyectos, las ilusiones… 

Su rostro es jovial, me contempla risueño y a mí se me aviva de nuevo la sonrisa.
 
Sin apenas una palabra el caballero me toma de la mano y yo me levanto. 

Ambos nos alejamos por el camino oscuro de la incertidumbre,  pero guiados por la luz de los sueños. 

Tu silueta y la mía se desvanecen lentamente en el paisaje mientras  nuestras distancias se juntan para conversar con la noche.